¿Qué es la evaluación comparativa?

La evaluación comparativa (también conocida como Benchmarking), es el proceso de medir el desempeño del producto o servicio de una empresa, o los procesos contra aquellos de otros negocios. La meta de la evaluación comparativa es identificar oportunidades internas para mejorar.

Mediante la evaluación comparativa se pueden estudiar empresas con mayor desempeño para descubrir qué es lo que hace ese mayor desempeño posible, y luego comparando ese proceso a cómo opera tu negocio, puedes implementar cambios que darán mejoras significantes.

No obstante la evaluación comparativa se puede realizar también con tu misma empresa comparando por ejemplo un ejercicio con otro.

Existen diferentes tipos de benchmarking: competitivo, interno y funcional. El objetivo común de los tres tipos es ayudar a las empresas a que miren fuera de sus organizaciones o del periodo en curso, hacia su competencia o hacia otros sectores.

Benchmarking competitivo

El benchmarking competitivo busca medir los productos, servicios, procesos y funciones de los principales competidores para realizar una comparación con nuestra empresa y poder detectar y llevar a cabo mejoras que superen a las de nuestros competidores.

Benchmarking interno

El benchmarking  interno se lleva a cabo dentro de la misma empresa. Se suele llevar a cabo en empresas grandes que cuentan con diferentes departamentos o también con grupos empresariales que están formados por varias empresas. En el proceso se identifica un departamento o área que sea un ejemplo a seguir por sus buenos resultados para poder llevar a cabo un benchmark con los demás departamentos internos de la compañía.

Benchmarking funcional

El benchmarking funcional identifica las mejores prácticas de una empresa que sea excelente en el área que se quiere mejorar. No es necesario que esta empresa sea competidora o incluso que pertenezca al mismo sector.