La evaluación comparativa (también conocida como Benchmarking), es el proceso de medir el desempeño del producto o servicio de una empresa, o los procesos contra aquellos de otros negocios. La meta de la evaluación comparativa es identificar oportunidades internas para mejorar.
Mediante la evaluación comparativa se pueden estudiar empresas con mayor desempeño para descubrir qué es lo que hace ese mayor desempeño posible, y luego comparando ese proceso a cómo opera tu negocio, puedes implementar cambios que darán mejoras significantes.
No obstante la evaluación comparativa se puede realizar también con tu misma empresa comparando por ejemplo un ejercicio con otro.
Existen diferentes tipos de benchmarking: competitivo, interno y funcional. El objetivo común de los tres tipos es ayudar a las empresas a que miren fuera de sus organizaciones o del periodo en curso, hacia su competencia o hacia otros sectores.